Un estudio liderado por Daniela Jakubowicz de la Universidad de Tel Aviv y recogido por The New York Times, demostró que una dieta baja en calorías, pero que incluye postre o pasteles en el desayuno, es efectiva para bajar de peso.
Para llegar a esta conclusión, se escogieron al azar a 144 personas obesas, de entre 20 y 65 años, a quienes se sometió a una dieta baja en carbohidratos y de 1.400 calorías diarias para las mujeres y 1.600 para los hombres.
Eso sí, a un grupo de individuos se les incluyó una selección de galletas, chocolate, torta o helado.
A lo largo del tratamiento, se evaluó a los participantes periódicamente, midiendo los niveles sanguíneos de insulina, glucosa, lípidos y grelina, hormona que estimula el apetito.
Transcurrido un periodo de 4 meses, se determinó que la pérdida de peso promedio en ambos grupo era la misma- cerca de 14,5 kilos. Sin embargo, 16 semanas después de la dieta, quienes siguieron la dieta con postre al desayuno perdieron otros 5,8 kilos adicionales, mientras quienes llevaban la otra minuta, recuperaron al menos 3,5 kilos.
Ante esto, la titular del estudio, Daniela Jakubowicz, explicó que quienes llevaban el régimen con pasteles, reportaron niveles bajos de grelina y se sentían más satisfechos. “La mayoría de las personas recuperan el peso, sin importar la dieta que sigan. Pero si comes lo que te gusta, disminuyes los antojos. Por eso un pequeño trozo de torta (o algo similar) es importante”.