Siria bloqueó el acceso a la página de internet sueca de difusión de videos de teléfonos celulares Bambuser, poco después de que un usuario enviara imágenes de un bombardeo en Homs (centro) aparentemente de las tropas regulares del régimen de Bashar al Asad, indicó el sitio el viernes.
“Hacia el mediodía de ayer (jueves) nos informaron nuestros contactos en Siria que el acceso al sitio bambuser.com en la red de internet siria y la aplicación Bambuser para teléfonos celulares fueron bloqueados”, afirmó Hans Eriksson, presidente del sitio, a la AFP.
“A los dictadores no les gusta Bambuser” y parece que el régimen de Asad lo considera como una “seria amenaza”, agregó.
En los últimos ocho meses Bambuser mantuvo estrechos contactos con la oposición siria que utiliza sus servicios para difundir videos sobre la escalada de la represión en el país en directo, sin que sea necesario para el que los filma grabarlos en el dispositivo.
Esas imágenes fueron utilizadas por los principales canales de televisión.
Según un comunicado de Bambuser, el bloqueo se produjo en reacción a un aumento significativo de la cantidad de videos en las últimas semanas y en particular a la difusión en directo de imágenes de la explosión de un oleoducto en Homs el miércoles.
Un habitante “difundió durante todo el día una espesa columna de humo provocada por una explosión así como los tiroteos y el bombardeo de Homs”, indicó el comunicado.
“Las imágenes fueron utilizadas por los principales canales de televisión. Pienso que las autoridades sirias debieron verlas y comprendieron su impacto”, afirmó Eriksson.
Aunque los servicios de Bambuser fueron totalmente bloqueados, “la oposición tomó evidentemente disposiciones desde hace tiempo para evitar usar la red de internet siria”, agregó, estimando que los opositores están “muy bien organizados y en la punta de la tecnología”.
Eriksson afirmó que desconoce todas las técnicas que permiten a los opositores continuar difundiendo videos a pesar del bloqueo.
Los servicios de Bambuser ya fueron bloqueados en Egipto en enero de 2011 y siguen sin ser accesibles desde hace siete meses en Bahrein.