Continúa tomando fuerza el movimiento social “Aysén, tu problema es mi problema”, al que ya han adherido ciudadanos y pescadores de la zona, quienes se tomaron lugares estratégicos para la conectividad, como el caso del camino que lleva hasta el aeropuerto de Balmaceda y el de la ruta 240, que une a Puerto Aysén con Chacabuco.
Esto se da en el marco de las movilizaciones ciudadanas que ya se han registrado durante los últimos días, sumando a distintos actores sociales que, bajo la consigna “Despierta Aysén”, piden reivindicaciones para la región del sur del país.
Uno de los principales problemas que se presenta en la zona es el alto precio de los combustibles, que incluso superaría los mil pesos por litro en algunos sectores.
A lo anterior se suman demandas contra Hidroaysén y peticiones por mejor conectividad, mejoras educacionales, mejoras en el sistema de salud, y por la situación que viven los pescadores de la zona, quienes durante la jornada pasada se tomaron el aeródromo de Melinka y el Puente Presidente Ibáñez, en protesta contra la nueva Ley de Pesca que “entrega a perpetuidad los recursos a los industriales”, según señalaron los dirigentes artesanales.
Una de las principales consecuencias para los pescadores sería el costo de la vida, pues estarían generando menos ingresos en relación a los altos gastos en combustibles y alimentos.
Ciudadanos y dirigentes de la zona han manifestado que se necesita una conversación directa con el gobierno central, solicitando incluso la presencia de los ministros correspondientes, debido a que han perdido la confianza en las autoridades locales.
“Reiteradamente y durante mucho tiempo le hemos pedido a la autoridad (local) que nos entregue ayuda, como por ejemplo, un subsidio a los combustibles. La respuesta siempre ha sido la misma, un rotundo no” señaló durante las manifestaciones del martes pasado el Director del Consejo de Pescadores Artesanales de Aysén, Juan Carlos Navea.
La primera consecuencia registrada tras las manifestaciones y cortes de ruta fue la noticia sobre el desabastecimiento de combustible, lo que motivó a los habitantes a acudir hasta las estaciones de servicio, las que a la vez comenzaron a cerrar a tempranas horas.
Asimismo se vivieron situaciones como las registradas tras las protestas del martes, cuando vecinos denunciaron el uso indiscriminado de bombas lacrimógenas por parte de Carabineros, gases que afectaron a niños y a personas de la tercera edad.
Por otra parte auditores de Coyhaique señalaron a BiobioChile que “temen por la posible llegada de Fuerzas Especiales del norte”, ya que la relación con los carabineros en la zona se caracteriza por ser tranquila.
A eso de las 14:00 horas los manifestantes depusieron voluntariamente la toma en el camino a Balmaceda, donde se encuentra el aeropuerto de la zona, pero señalaron que mantendrán la movilización de manera pacífica, tal como se ha llevado a cabo hasta ahora.
Mientras tanto la Intendenta Pilar Cuevas interrumpió sus vacaciones para reunirse con el gabinete regional y conocer los antecedentes sobre todo lo ocurrido durante la última semana.
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