Iniciativa inédita en el país forma parte del Plan del Fomento al Lector del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Todos los días y sin falta, la burra Rafaela sale a recorrer los cerros del sector de La Peña, en la comuna de Nogales, con el propósito de llevar libros a grandes y pequeños. Una tarea que no es fácil, debido a la escarpada geografía de la zona, pero que el animal realiza de manera constante acompañada de Nora Arancibia, artesana del lugar que está a cargo de caminar extensas distancias para visitar a los niños de las escuelas y jardines que se encuentran en los alrededores.
Un proyecto que surge de la inventiva y las ganas de aportar al desarrollo de la comunidad por parte de un grupo de mujeres que forman parte de la corporación cultural “Sembradoras de Sueños”, espacio en el que sus integrantes ejecutan planes de acción para el área social, siendo uno de sus ejes principales el desarrollo social productivo.
Una de esas ideas es la “Burroteca Viajera”, un original sistema de préstamos de libros a domicilio, como parte del proyecto del Plan Fomento a la Lectura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que lleva el mismo material que las Sembradoras ha logrado reunir gracias a donaciones y a fondos concursables del mismo Consejo de la Cultura con los que ha adquirido nuevos ejemplares para la biblioteca que se encuentra en el centro cultural.
Es justamente en ese lugar donde sus encargados prestan un doble servicio, ya que funciona junto a una escuela. Y no sólo proveen a los niños de libros, sino también a los adultos en una biblioteca que ha ido nutriendo y a la que según comentó Elizabeth Collao, presidenta del Centro Cultural y Artístico “Sembradoras de Sueños”, se han incorporado otras actividades asociadas como los talleres de cuentos.
“Actualmente estamos llegando a unas 20 familias del sector de La Peña y ahora se están sumando también del sector El Olivo de Hijuelas. El hecho que más personas se estén sumando y se estén viendo beneficiadas por nuestro trabajo nos tiene muy satisfechas”, precisó.
Convencidas de que una acción conjunta podría cambiar el destino de la comunidad, en 1996 un grupo de 200 mujeres rurales del sector La Peña fundaron un centro cultural que hoy, 13 años después, se consolidó en un espacio que aporta al desarrollo de su comunidad a través de herramientas de capacitación, como mediante los proyectos orientados a potenciar las habilidades de la comunidad.
Además del proyecto de la Burroteca Viajera, que forma parte del proyecto de fomento lector “Si no leo me a……burro”, el centro cultural cuenta con un Taller de Cerámica Indígena para niños con necesidades educativas especiales, el proyecto Fondart “Muñecas con historias para contar”, el filtro cerámico descontaminante de aguas, el Taller de Joyería con minerales andinos y la fabricación de muebles con materia reciclado para enviar a sectores del sur del país que fueron afectados por el terremoto.
Un trabajo que se realiza con el permanente de Fundación La Semilla, tal como explicó el gerente general de esa entidad, Héctor Nordetti, para quien el objetivo del trabajo conjunto es entregar servicios para el desarrollo social, con resultados sostenibles en las más diversas áreas: educación, emprendimiento, arte, medio ambiente y cultura para la preservación de la identidad local.