Este artículo en homenaje a Benoît Mandelbrot fue escrito por Carolina Castillo Quintana, estudiante tesista de sociología de la Universidad Arcis, en Santiago.
Benoît B. Mandelbrot nació en Varsovia, Polonia en 1924, pero su formación matemática la recibió en Francia, país al que emigró con su familia cuando tenía 11 años de edad. Su mentor fue su tío, nada menos que el connotado matemático y Profesor del Collège de France, Szolem Mandelbrot. Se desempeñó como investigador y académico, pero fue su labor en IBM, al emigrar a los Estados Unidos a finales de los años 50, lo que lo convertirá en el padre de la Geometría Fractal.
A mediados de los años 70, Maldelbrot acuña una expresión que, según sus propias palabras, guarde el sentido de quiebre o fractura, tanto en francés como en inglés. Fractal es la palabra de origen latino que decide utilizar; pequeña palabra con una inmensa repercusión, no sólo en el campo de la Geometría y las Matemáticas, sino en las más diversas áreas del quehacer humano, como la Estética, la Teoría del Sonido, la Lingüística, la Meteorología, la Economía y la Informática, entre otras.
Imagínense una coliflor. Aprendiendo algo sobre fractales:
Si tomamos una coliflor y le sacamos un pedazo –la fracturamos-, podremos comprobar que esa ramita tiene forma de una pequeña coliflor. Si esa misma ramita la volvemos a partir, tendrá la forma de una coliflor aún más pequeña: Pues bien, eso es un fractal, un objeto que posee un patrón general que se repite en diferentes escalas.
“Las maravillas sin límite surgen a partir de reglas simples que se repiten infinitamente”. Con esta frase, Mandelbrot hace una bella síntesis de lo que fue su investigación sobre fractales: Gracias a esta Geometría de la Naturaleza, no sólo se descubrieron patrones geométricos en la naturaleza que los seres humanos sólo creían posible como producto abstracto de su imaginación, sino que podemos apreciar la fascinante belleza de las pequeñas cosas que componen el mundo que nos rodea.
Benoît B. Mandelbrot falleció a los 85 años de edad el pasado jueves 14 de octubre, dejando un enorme campo abierto para la investigación científica.
Este artículo en homenaje a Benoît Mandelbrot fue escrito por Carolina Castillo Quintana, estudiante tesista de sociología de la Universidad Arcis, en Santiago.