El déficit atencional o disarmonía es un trastorno que afecta a un 10% de los niños con inteligencia normal, con mayor prevalencia en niños que en niñas, según explicó el neuropediatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, doctor Yuri Dragnic.
Se produce en ellos una falta persistente en lograr los niveles adecuados de concentración.
“Puede o no presentarse asociado a hiperactividad e impulsividad. Lo que caracteriza al niño con déficit atencional es la mayor frecuencia e intensidad de estas conductas si se lo compara con sus pares de la misma edad”, expresó el facultativo.
Entre las características que presentan los niños que padecen de este trastorno, comentó el especialista, “se distraen fácilmente por estímulos irrelevantes, el tiempo que pueden mantener la atención es menor, tienen dificultades para mantener la atención en las tareas e incluso en actividades como juegos, les cuesta seguir instrucciones y finalizar las tareas escolares, encargos, u obligaciones”.
Todo ello repercute en el rendimiento escolar del niño, en el desarrollo de la personalidad (baja autoestima, sentimiento de inutilidad y frustración), y en el proceso de integración social (dificultad para relacionarse con otros, aislamiento, problemas de disciplina, rechazo social y discriminación).
El doctor Dragnic agregó que “también suelen olvidar rápidamente las cosas y de manera reiterada pierden objetos necesarios para sus actividades (su memoria inmediata no funciona suficientemente bien).
En la mayoría de los casos hay señales claras frente a las cuales los padres deben estar atentos y consultar con un especialista: cuando los niños cometen errores por no fijarse en trabajos de la escuela o en otras actividades; tienen dificultades en mantener la atención en trabajos o en otras actividades; parecen no escuchar cuando se les habla.
También, no siguen las instrucciones o fallan en terminar las cosas; tienen dificultad en organizarse, y a menudo pierden cosas, entre otros aspectos.